El emperador puso sus ojos en el efebo Esporo, un muchacho de belleza andrógina que robó por completo el corazón y la atención del emperador. Diversas fuentes dicen que esto ocurrió debido al gran parecido de este personaje con Popea Sabina, la esposa muerta de Nerón. Lo que comenzó como una relación únicamente sexual se fue convirtiendo para Nerón en una relación sentimental. Y el emperador tuvo una idea para que Esporo se quedara con él y se convirtiera en el “sustituto” de Popea Sabina: mandarlo castrar.
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