Para nosotros, el cine propagandístico es El triunfo de la voluntad, El acorazado Potenkim, El Gran Dictador, ¿Por qué luchamos? o Der Fuehrer's Face. Curiosamente solemos tener un vacío mental en lo que respecta a la otra gran potencia al otro lado del pacífico, Japón. Un pueblo que por aquel entonces tenía una importante industria cinematográfica (para los estándares) y unas características culturales que les convierten en muchos casos en un enigma incomprensible. Entre 1939 y 1945 el pueblo japonés produjo una media de 90 películas por año.
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