Cultura y divulgación
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La curva y la contracurva: barroco infinito

Si usted ha sido uno de tantos a los que enseñaron en la escuela que el barroco era un estilo «recargado y decadente», lo invito a seguir leyendo. Uno se vuelve barroquista cayendo por el túnel de una madriguera, como Alicia en el país de las maravillas, y abriendo los ojos ante un mundo nuevo. A veces es un proceso pausado y consciente, se trata solo de pasar al otro lado, a través del espejo. Pocos hay que puedan presumir de ser orgullosamente barroquistas de siempre, porque se han empeñado en educarnos en la línea recta.

| etiquetas: arte , barroco , curva , contracurva

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