El cine siempre ha sido atractivo para mucha gente que no ha tenido que aguantar el coñazo de un rodaje. Muchos se han metido en él para conocer estrellas y, con suerte, follárselas. Otros se han adentrado en este mundo para ganar influencia y, con suerte, follar mucho. Una minoría, para ganar dinero y, así, follar sin parar. Sin embargo, hay gente ya poderosa que se metió en esto del cine principalmente para alimentar su ego. Si por el camino se podía lanzar un mensajito que les ayudara a propagar su veneno, pues mejor.
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