El cantante Robin Thicke ha tenido que pasar siete años en silencio, confiando en que el público recuerde quién es pero olvide lo que hizo. En 2013 experimentó uno de los relatos de auge y caída más estrepitosos del pop reciente cuando alcanzó la cima y tocó fondo exactamente a la vez. Blurred lines fue el single más vendido de aquel año, pero también una canción maldita que inauguró una nueva era en la cultura occidental. Puede que esto parezca una exageración. No lo es.
|
etiquetas: robin thicke , machismo , blurred lines , pharrell williams , cancelación