Hablar de democracia pura, de democracia en general, de igualdad, de libertad, de universalidad, cuando los obreros y todos los trabajadores están hambrientos, desnudos, arruinados y torturados, no sólo por la esclavitud asalariada capitalista, sino también por una guerra de rapiña que dura cuatro años, mientras los capitalistas y los especuladores continúan poseyendo la«propiedad» robada y la maquina «existente» del Estado, es burlarse de los trabajadores y los explotados. La burguesía se ve obligada a mentir hipotéticamente y a llamar «poder de todo el pueblo», democracia en general o democracia pura a la república democrática –burguesa–, que es, de hecho, la dictadura de la burguesía, la dictadura de los explotadores sobre las masas trabajadoras.