“-¿No podrías organizarlo de tal manera -preguntó Momo-, que los ladrones de tiempo no pudieran robar más a los hombres?
-No, eso no puedo hacerlo -contestó el maestro Hora-, porque lo que los hombres hacen con su tiempo, tienen que decidirlo ellos mismos. También son ellos quienes han de defenderlo. Yo sólo puedo adjudicárselo.”
Michael Ende, “Momo” (1973)