Se anunció un penalty. Todos los espectadores corrieron a ponerse detrás de la portería.
-El portero está pensando hacia qué esquina va a lanzar el otro el balón – dijo Bloch. Si conoce al jugador, sabrá cuál es la esquina que elige normalmente. Pero generalmente, el jugador que lanza el penalti cuenta también con que el portero esté haciendo éstas o aquellas conjeturas. Así que el portero sigue reflexionando, y llega a la conclusión de que esta vez el tiro irá dirigido a la otra esquina. ¿Pero qué ocurre si el jugador continúa reflexionando también, y decide dirigir el tipo a la esquina acostumbrada? Etc. etc.
Bloch vió cómo poco a poco todos los jugadores iban saliendo del área de castigo. El que iba a lanzar el penalty colocó el balón en el sitio adecuado. Entonces él mismo retrocedió y salió del área de castigo.
– Cuando el jugador toma la carrerilla, el portero indica con el cuerpo inconscientemente la dirección en que se va a lanzar, antes de que haya dado la patada al balón, y el jugador puede entonces lanzar el balón tranquilamente en la otra dirección. – dijo Bloch. Es como si el portero intentara abrir una puerta con una brizna de paja.
De repente, el jugador echó a correr. El portero, que llevaba una camiseta de un amarillo chillón, se quedó parado sin hacer un solo movimiento, y el jugador le lanzó el balón a las manos.