El ser humano tiene una gran influencia en el entorno natural. Sus acciones impactan de forma directa allí donde se producen, pero además tienen una repercusión global. Este conocimiento no es nuevo, ya en 1878, el coautor de la teoría de la evolución por selección natural, Alfred Rusell Wallace, en su obra Naturaleza tropical y otros ensayos advirtió de los riesgos de la deforestación y el cambio de usos de los hábitats naturales