Los marmorkrebs, como también se les llama, se volvieron muy populares en los acuarios en Alemania después de 1995. En aquel entonces, un aficionado a la cría en peceras comenzó a regalarlos por lotes, pues un solo cangrejo se reproducía por cientos. Los científicos confirmaron en el 2003 que estos crustáceos estaban clonándose y que todas eran hembras. El equipo descubrió que la especie había evolucionado desde un solo cangrejo de riachuelo, el Procambarus fallax, propio de Florida y Georgia. Desde una pecera surgió la extraña mutación.