La ciencia nos confirma, estudio tras estudio, lo que los humanos que vivimos con un perro (y lo queremos) ya sabíamos: los perros no solo tienen una vida emocional compleja, también nos entienden bastante bien. Una investigación del Instituto Messerli de Viena aclara que los perros pueden diferenciar qué emociones expresa el rostro humano, incluso cuando solo pueden ver la mitad del rostro, y la persona de la fotografía resulta una completa extraña para ellos