Cuando entras en contacto con algo, los electrones se repelen eléctricamente, creando un espacio que impide que jamás toques nada. Pero, esto verdad? Si no puedes tocar nada por la repulsión eléctrica, entonces ¿cómo puede tu mano mantenerse unida? ¿no deberían todos tus átomos saltar por los aires por culpa de los electrones? Veamos cómo la fuerza eléctrica más que separarnos nos une y que, si hay algo que de verdad no te permite tocar, es un efecto mucho más cuántico.
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