En mayo de 2022 se instaló en el foso de montaje el primero de los nueve módulos sectoriales que forman el toro del tokamak. En una operación inversa realizada la semana pasada, se retiró el mismo módulo de 1.350 toneladas, ya que las disconformidades dimensionales observadas en la región del bisel (junta de soldadura) del sector de la vasija de vacío, combinadas con grietas inducidas por la corrosión en las tuberías del escudo térmico, hicieron que el módulo de sector tuviera que volver al utillaje de la nave de montaje para su desmontaje.
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El levantamiento inverso -una operación que duró cerca de cuatro días, sin contar las actividades de preparación avanzadas- no consistió simplemente en invertir lo que se había hecho más de un año antes. Hubo que adaptar los procedimientos y fabricar e instalar sistemas de guiado adicionales. "Un despegue no es exactamente un aterrizaje inverso", resume Daniel Coelho, el ingeniero de montaje del ITER que coordinó la operación de la semana pasada.
La extracción comenzó en serio el 4 de julio con un "preelevamiento" que elevó la carga unos centímetros desde su posición de aterrizaje. Para la operación principal, se habían definido, validado e integrado más de cien pasos diferentes en el procedimiento de elevación: desde separar el módulo de sus amarras en el foso de montaje, hasta elevarlo y transportarlo a la herramienta de submontaje situada al otro lado de la pared de la Sala de Montaje. Para llevar a cabo la sucesión de movimientos prevista -levantar, girar, avanzar, girar, avanzar, bajar- era esencial determinar con la máxima precisión la posición relativa de cada uno de los elementos afectados: la propia carga, el complejo aparejo del puente grúa y los sistemas de soporte de la herramienta en el extremo receptor.
Al igual que en la operación de mayo de 2022, uno de los principales retos era determinar el centro de gravedad de la carga. "El módulo es de naturaleza compuesta. Cuando está en el foso, el recipiente de vacío y las bobinas del campo toroidal no están conectados mecánicamente", explica Coelho. "Sólo durante la fase de elevación, gracias a las herramientas de arriostramiento que unen el recipiente de vacío y las bobinas, se convierten en una carga homogénea con un centro de gravedad común".
Las lecciones aprendidas en 2022 fueron esenciales para el éxito de esta operación. "Hemos avanzado mucho en cuanto a precisión de alineación y, lo que también es muy importante, hemos operado… » ver todo el comentario