Europa —o sea, la Agencia Espacial Europea (ESA), sin contar Rusia— es la mayor potencia espacial que carece de nave espacial tripulada propia. No nos confundamos, Europa tiene un programa espacial tripulado muy potente —en estos momentos tenemos al francés Thomas Pesquet en la ISS—, pero dependemos de Estados Unidos y Rusia —y, quizá, dentro de poco, también de China— para enviar a nuestros astronautas al espacio. Y no es porque no lo hayamos intentado.
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" The mini-pair of satellites that have been dispatched from the International Space Station are attached by a 10 metre-long steel cable and an equally diminutive container that acts like an elevator will shuttle back and forth along the cable using a motor."
Un cable de diez metros lanzado entre dos minisatélites...
Repito: un ascensor espacial auténtico (y no algo que, en mi opinión, no merece el nombre ni de "prueba de concepto") está a muuuuchas décadas de nosotros.