Rafael era un hombre respetado en el barrio de Camps Blancs, en Sant Boi de Llobregat. Con 50 años, era el patriarca de los Pérez, una amplia familia gitana con mucha presencia en la zona, y el pastor evangélico del barrio. Su familia vive en Sant Boi y forma parte de un clan mayor, el de los Castro, afincados en el Prat de Llobregat. El enfrentamiento con otro clan de la zona, los Heredia, acabó el viernes con su vida. Una discusión en plena celebración de una petición de mano, aprobada por Rafael y el patriarca de los Heredia [...]