El último protagonista es Igor Kolomoiski, que en sus ratos libres es también gobernador de la región de Dnipropetrovsk, cargo para el que fue nombrado por el Gobierno. Ocupó de noche las oficinas de la sede central de Ukrtransnafta, operadora de oleoductos de gas, de la que el Estado tiene el 50% de las acciones (él, un 42%), con un destacamento de hombres vestidos de ropa de camuflaje. El detonante: el cambio de dirección en la misma ordenado por el gobierno.
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