Los jóvenes abandonan la isla mientras los apagones alcanzan las 12 horas diarias y cunde el desabastecimiento. La cosecha de azúcar no alcanza el consumo interno.Excepto en los discursos oficiales, el pesimismo es general, la gente no ve la luz por ningún lado, indica la historiadora Alina Bárbara López, coordinadora del portal La Joven Cuba.
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