El capitalista, para acumular capital, necesita explotar fuerza de trabajo. Para ello, el trabajador vende fuerza de trabajo suya, y el capitalista para conseguirla, la compra. No obstante, los poderes gubernamentales, otorgando al capitalista las herramientas necesarias, hacen que el trabajador se vea obligado a vender su fuerza de trabajo cada vez en condiciones más baratas. A partir de aquí, lo que depende de ti… es dejarte engañar, o no.
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