El estudio calcula que el peor momento tendrá lugar este invierno, cuando la factura para el hogar medio alcanzará los 500 euros mensuales, el triple que en 2021. En el caso de que se produjese un cierre total del grifo ruso, el recibo mensual de gas y electricidad subiría hasta los 600 euros. Extender un tope al gas como el español al conjunto de la Unión permitiría reducir en un tercio el hachazo de los récords de la energía a las economías familiares.
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