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Ecoembes: 20 años sin éxito

Vasos de yogur, botes de detergente o tetrabricks de leche adheridos al SIG llevan el logotipo de dos flechas en un círculo. El SIG cobra una cantidad a las empresas por cada recipiente que introducen en tiendas y grandes superficies. Cuando cobrador y pagador son los mismos, «son las propias empresas quienes cuantifican cuánto vale reciclar sus envases» lo que «explica la descompensación que hay entre el coste real de lo que cuesta recuperar y reciclar materiales y su impacto y huella ambiental, que no se paga realmente», denuncia la ONG.

| etiquetas: ecoembes , residuos , reciclaje , envases , transparencia , monopolio

menéame