Los agentes dieron aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Tarazona y a personal veterinario de la Oficina Comarcal Agroalimentaria (OCA), que se personaron en el lugar el martes 2 de julio. Una vez allí, vieron que el caballo blanco localizado el día anterior no estaba en la parcela, sino que había otro de color marrón. Tras la lectura del microchip de los animales, uno de los canes fallecidos dio resultado positivo. Se trataba de un perro de raza Presa Canario, que no figuraba en la base de datos
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