La expriora, Luisa Esther Toledo, fue condenada por torturar a las monjas: las obligaba a hacer la señal de la cruz con la lengua en el suelo, a aplicarse silicios y látigos, a caminar de rodillas o a tener un tubo en la boca durante todo el día.
|
etiquetas: religión , monja , clero , dios , clausura , voto de obediencia