De forma general, los nuevos captadores no duran más de una semana y abandonan por las negativas, que además de resultar difíciles de encajar representan una limitación a su sueldo. La mayoría de las ONGs subcontrata a los captadores a empresas de servicios, aunque algunas organizaciones, como ACNUR, cuentan con equipos propios. Está prohibido realizar donaciones puntuales en metálico, y lo máximo que pueden aceptar son 144 euros con tarjeta de crédito. Aunque la forma más habitual de colaboración es la suscripción como socio.
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