La evidencia empírica al respecto señala que pocas veces suele ser beneficioso para una ciudad acoger un premio de Fórmula 1. Por ello, cuando Ayuso afirma que dejará en la región más de 400 millones de euros cada año, miente, pues lo que acostumbra a ocurrir es que o el beneficio es nulo o negativo. A quienes sí que suelen beneficiar estos eventos suelen ser a los políticos mediante 1) fama por haber traído el gran premio a su ciudad; 2) ampliación de sus redes de contactos; y 3) corrupción política
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