Las paradojas de Satán

AQUEL CUYA MIRADA petrifica

y hace que abandonemos la esperanza,

aquel que no es amado ni es capaz

de amar a nadie, el ogro de los cuentos,

el científico loco que pretende

someter al planeta a su capricho,

el cómitre feroz de la galera

otomana, el psicópata, el azote

de Dios, el enemigo de los cielos,

el mal en su cenit, el horror puro,

es, además - y no lo olvides nunca -,

el emblema del individualismo

y el paradigma de la libertad.

Con esas paradojas debería

uno arar, si desea

que el árbol de la vida dé sus frutos.

Luis Alberto de Cuenca