La belleza de la palabra
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Poema - Síndrome

Todavía tengo casi todos mis dientes, casi todos mis cabellos y poquísimas canas. Puedo hacer y deshacer el amor, trepar una escalera de dos en dos y correr cuarenta metros detrás del ómnibus, o sea que, no debería sentirme viejo, pero el grave problema es que antes no me fijaba en estos detalles. Mario Benedetti  
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Poema - Pausa

Haciendo el amor al sol, al sol de la mañana en una habitación de hotel sobre el callejón donde los pobres hurgan buscando botellas; haciendo el amor al sol haciendo el amor junto a una alfombra más roja que nuestra sangre, haciendo el amor mientras los chicos venden titulares y Cadillacs, haciendo el amor junto a una foto de París y un paquete abierto de Chesterfield, haciendo el amor mientras otros hombres -pobres idiotas- trabajan. Desde aquel momento (hasta ahora...…
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Poema - Historia apenas entrevista

Acaba de cruzar frente a mi parabrisas. Es ella. La recuerdo muy bien. Siempre con algún libro de Simone de Beauvoir ("Acabemos con la tiranía de la belleza" y ese tipo de historias). Luego, un día, desapareció. Se fue a vivir con un viejo economista. Se ha pasado al enemigo, dijeron unas. Ya se sabe, el dinero tiene imán, dijeron otras … Pero no. Sucedió algo mucho más sencillo. Tanto que fue ella misma la primera sorprendida: Se enamoró. Karmelo C. Iribarren
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Poema - Una mañana de miércoles

 Hace una mañana gris, opaca, triste. Estoy en un bar, con un café, sentado junto al cristal que da a la calle. La música –suave, lejana, indiscernible–, acompaña sin pedirte nada a cambio, ni siquiera que la escuches. Cae una llovizna suave –y un poco torcida– que hace que algunos de los viandantes no se la tomen muy en serio y se resistan a abrir el paraguas. Aquí dentro solo estamos el camarero y yo, y ahora mismo esto es lo más cercano a un pequeño paraíso en la tierra. Me siento casi...
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Poema - Lo que hay

Me estoy haciendo viejo, he ahí un hecho incuestionable, una verdad absoluta de la que se desprenden circunstancias varias, todas ellas adversas para mí. Por ejemplo: ya no puedo ir a ninguna parte y decir que quiero llegar rápido, ahora ya sé a dónde voy, el tiempo no es un concepto abstracto del que me pueda reír, está aquí siempre, a mi lado, como ese conocido incómodo al que nos es imposible despistar. La vida se …
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Poema - La cobardía al final pasa factura

A veces, -cuando observa en los bares la sana desvergüenza de los jóvenes-, los rescoldos de una oscura pasión, avivan su mirada. Y ni siquiera entonces, puede recordar sin sentirse culpable. Karmelo C. Iribarren
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Poema - Madrid, metro, noche

Gente exhausta, con la vista clavada en el suelo,  preguntándose por la vida, la de verdad... porque no puede ser que sea solo eso... Karmelo C. Iribarren
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Poema - Lo difícil

Enamorarse es fácil. Uno puede enamorarse, -sin demasiado esfuerzo-, varias veces al día, a nada que se lo proponga y se mueva un poco por ahí; y si es verano, ni te cuento. Enamorarse no tiene mayor mérito. Lo realmente difícil -no conozco ningún caso- es salir entero de una historia de amor. Karmelo C. Iribarren
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"NADIE SINO TÚ" de Charles Bukowski

Nadie puede salvarte sino tú mismo. te verás una y otra vez en situaciones casi imposibles. intentarán una y otra vez por medio de subterfugios, engaños o por la fuerza que renuncies, te des por vencido y/o mueras lentamente por dentro. nadie puede salvarte sino tú mismo y será muy fácil desfallecer, pero muy fácil, pero no desfallezcas, no, no. limítate a mirarlos. escucharlos. ¿quieres ser así? …
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Poema - El error humano

Llevamos cometiendo los mismos errores desde el origen remoto de la especie. No parece haber remedio para esto: ni humano, ni divino. Y me pregunto, si la única solución posible, no estará precisamente ahí, en seguir cometiéndolos hasta sus últimas consecuencias, en tensar esta locura hasta más allá del límite, hasta que desaparezcamos todos de la faz de la tierra, en un festín brutal de sangre y semen de una maldita vez y para siempre. Karmelo C. Iribarren, "Seguro que esta historia te suena"
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Otoño - Miguel Floriano

Si te pienso, otro tiempo dormido se ilumina en los rincones de noviembre. «Mirad, pasan los días igual que perros tristes», nos dijo aquella noche de la que no regresaría nunca más. Tantas veces la vimos sonreír, vestirse con la prisa de su deseo, abrirnos el regalo de su inteligencia o hablarle al mar, el disfrazado, el siempre disfrazado. Solía irse muy lejos al despuntar el mes en que la savia se envanece pulsando las raíces, delicado furor, delgada voz del crecimiento. Cerca, junto al camino, por encima de un cúmulo de ramas...
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Como una sola flor desesperada

Lo quiero con la sangre, con el hueso, con el ojo que mira y el aliento, con la frente que inclina el pensamiento, con este corazón caliente y preso, y con el sueño fatalmente obseso de este amor que me copa el sentimiento, desde la breve risa hasta el lamento, desde la herida bruja hasta su beso. Mi vida es de tu vida tributaria, ya te parezca tumulto, o solitaria, como una sola flor desesperada. Depende de él como del leño duro la orquídea, o cual la hiedra sobre el muro, que solo en él respira levantada. De Juana de Ibarbourou
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Poema - Ritual sangriento

Dejo el periódico sobre la barra. Enciendo un cigarrillo. Tomo el primer trago de café. Una calada, y después, otra más fuerte. Ya está. Ya estoy en marcha -me digo-, ya puedo hacerle frente a esta locura. Ahora, a ver si hay suerte y algo me llega al corazón. Karmelo C. Iribarren, "Seguro que esta historia te suena”
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Poema de Karmelo C. Iribarren

Como el viento que encuentra una rendija, y se cuela en la habitación, y lo desordena todo, libros, facturas, poemas, así llega en la vida, el amor. Nada es igual a partir de entonces, ese caos, es la felicidad. Pero un día habrá que recoger. Suerte si no te toca a ti. Karmelo C. Iribarren, "El amor"
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Juan Ramón Jiménez, El viaje definitivo

El viaje definitivo … Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; y se quedará mi huerto, con su verde árbol, y con su pozo blanco. Todas las tardes, el cielo será azul y plácido; y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario. Se morirán aquellos que me amaron; y el pueblo se hará nuevo cada año; y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado, mi espíritu …
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La muchacha del semáforo

Tienes la misma edad que yo teníacuando empecé a soñar en encontrarte.Entonces no sabía, igual que túno has aprendido aún, que llega el díaen que el amor es esta arma cargadade soledad y de melancolíaque está apuntándote desde mis ojos.Tú eres la muchacha que busquécuando aún no existías.Y yo el hombre hacia el cualquerrás un día dirigir tus pasos.Pero estaré tan lejos de ti entoncescomo estás tú de mí en este semáforo.   Joan Margarit 
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Este que, en negra tumba rodeado

Se dice que este poema mortuorio y en plan burlesco se lo escribió Quevedo a Góngora, aunque hay otros que dicen que se lo escribió en vida, pero es una muestra no solo del ingenio sino de la mordacidad española. Y en mi opinión Quevedo dejaba en pañales a cualquier español normal. Y aprovecho para recomendar "La vida del buscón", entre mis favoritas y una de las obras cumbres de la literatura hispana. Este que, en negra tumba, rodeado de luces, yace muerto y condenado, …
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Cenizas aventadas - Karmelo Iribarren

Vamos acumulando años y ceniza, la de los entusiasmos apagados. Con ella, con la ceniza, creamos esa ilusión que llamamos experiencia, y que solo nos sirve, en ocasiones, para disimular apenas, tanta nostalgia de la vida. Y luego, un día llega el viento y nos dispersa, borrándonos. Karmelo C. Iribarren
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Invocación al mar - Mario Bojórquez

No es agua el mar, es fuego incendio de la ola en su marea No es agua el mar, es brasa hoguera insomne, antorcha de viajero No es agua el mar, es lumbre escaldación infausta, sol hirviente No es agua el mar, si quema II ¿Qué palabra contiene su furia y su prodigio? ¿Qué palabra lo fija lo acecha en su espesura? ¿Qué palabra sujeta el temple de su orilla? ¿Qué palabra es el mar qué nombra su sonido? …
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Poema - Te dejo libre

Poema - Te dejo libre

Te dejo libre, libre de mí. Libre de mi carácter tan cambiante. Libre de mis ganas locas por amarte. Libre de mi afán de cuidarte como a nadie. Te dejo libre. Libre de mi gran amor protector. Libre de mí por completo. Pero te ruego que no vuelvas, cuando te des cuenta que nadie podrá amarte como yo. No vuelvas, por favor. Frida Kahlo 
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Atribuida a Charles Bukowski

“Quiero que sepa sin embargo, que todas las noches que he dormido a su lado, incluso las discusiones más inútiles, siempre fueron algo espléndido y esas difíciles palabras que siempre temí decir pueden decirse ahora: te amo.”
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José Emilio Pacheco - "Como la lluvia".

"A los veinte años nos dijeron:  ”hay que sacrificarse  por el mañana”.  Me gustaría encontrarme  ya al final  con los viejos maestros  de aquel tiempo.  Tendrían que decirme  si de verdad  todo este horror de ahora  era el mañana". 
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Quevedo y Góngora. El duelo

Se dice que Góngora compuso esta letrilla para hacer el peloteo en Valladolid, no recuerdo con que motivo, dedicándole para la ocasión unos versos al rio Esgueva, la respuesta de Don Francisco de Quevedo fue fulminante. He aquí el asunto: QUÉ LLEVA EL SEÑOR ESGUEVA. ¿Qué lleva el señor Esgueva? Yo os diré lo que lleva.   Lleva este río crecido, Y llevará cada …
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Rostropovich

Rostropovich

Decía Rostropovich que uno antes de tocar las Suites de Bach debía pedir perdón. Lo que hago es parecido cada vez que deseo tocarte y tú me dejas: pido perdón por todos los poemas que escribí describiendo este momento.
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Poema - Recuérdame

Puedes llorar porque se ha ido, o puedes sonreír porque ha vivido. Puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva, o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado; tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver, o puede estar lleno del amor que compartisteis. Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío y dar la espalda, o puedes hacer lo que a ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir. David Harkins
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