La belleza de la palabra
11 meneos
123 clics

La prohibición (John Donne)

  Guárdate de quererme.

Recuerda, al menos, que te lo prohibí.

No he de ir a reparar mi pródigo derroche

de aliento y sangre en tus llantos y suspiros,

siendo entonces para ti lo que tú has sido para mí.

Pues goce tan intenso consume al punto nuestra vida.

Así, a fin de que tu amor frustrarse no pueda por mi muerte,

si tú me amas, guárdate de quererme.

     Guárdate de odiarme,

o de excesivo triunfo en la victoria.

No es que yo a mí mismo haga justicia,

y me resarza del odio con más odio,

pues tú el título perderás de conquistador

si yo, tu conquista, perezco por tu odio.

Así, a fin de que mi ser a ti en nada perjudique,

si tú me odias, guárdate de odiarme.

       Mas ama y ódiame también.

Así ambos extremos la función de ninguno cumplirán.

Ámame para que pueda morir del modo placentero.

Ódiame, porque tu amor es excesivo para mí,

o deja que los dos mutuamente, y no a mí, se destruyan.

viviré entonces para apoyo y triunfo tuyo.

Así, para que tú a mí, a tu amor y odio no destruyas,

déjame vivir, pero ama y ódiame también.

Versión de Purificación Ribes (Traducción y adaptación)

10 meneos
116 clics

Poema - "Compañeros de viaje"

Aparentan

ser los de siempre,

su prioridad,

dicen,

sigue siendo la misma,

cambiar el mundo,

solo que ahora

desde los despachos.

Las calles

son muy frías

en invierno,

y la vejez

-ahí delante,

ya no tan lejos-,

parece un descampado.

No es posible creerles.

Como mucho,

se les puede comprender.

Karmelo C. Iribarren, “El escenario”

12 meneos
211 clics
Poema - "Queda prohibido…"

Poema - "Queda prohibido…"

Queda prohibido llorar sin aprender,

levantarte un día sin saber que hacer,

tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,

no luchar por lo que quieres,

abandonarlo todo por miedo,

no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,

hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,

no intentar comprender lo que vivieron juntos,

llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,

fingir ante las personas que no te importan,

hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,

olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,

no creer en Dios y hacer tu destino,

tener miedo a la vida y a sus compromisos,

no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,

olvidar sus ojos, su risa,

todo porque sus caminos han dejado de abrazarse;

olvidar su pasado y apagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,

pensar que sus vidas valen más que la tuya,

no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,

dejar de dar las gracias a tu familia por tu vida,

no tener un momento para la gente que te necesita,

no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,

no vivir tu vida con una actitud positiva,

no pensar en que podemos ser mejores,

no sentir que sin ti este mundo no sería igual.

Sobre el autor de este poema:

verne.elpais.com/verne/2020/04/07/articulo/1586261673_375004.html

10 meneos
109 clics

Improperios

Improperios de sabueso

no sofoques deslenguado,

para mudo, tente tieso,

dale por leña y por hueso

la elocuencia de un callado.

14 meneos
126 clics

Poema - "Me alejo y lo dejo"

Aléjate de la persona que te humilla.

Aléjate más de la que te martiriza,

(aunque sea la que más te erotiza),

aunque lleves su sangre.

Corta las alas al vuelo del mal.

Aunque seas pacifista defiéndete,

lanza tu rayo de luz

a quien intente dejarte ciego.

Sé valiente, aléjate

sin más venganza.

Gloria Fuertes, "Es difícil ser feliz una tarde"

10 meneos
108 clics

Poema - "Teoría y práctica"

Señoras y señores

hoy trataremos del imperialismo

tema difícil si los hay

y a veces engorroso de sitiar

en sólo media hora de pésimas noticias.

En consecuencia intentaré abordarlo

tal como en un pasado alegre y misterioso

se solía abordar los bajeles piratas

quiero decir

de un modo irregular.

Digamos por ejemplo

que una campana suena a lo lejos mansa

y purifica el diálogo y se queda

como el sol en las copas de los árboles.

A pesar del calor, el horizonte

se pone su bufanda

y unos pájaros sueltos y agilísimos

la recorren

y no son golondrinas.

Nada de eso es el imperialismo.

Digamos por ejemplo

que una muchacha quiebra la mañana

con sus caderas móviles

sus ojos perentorios

sus labios de cosecha

su paso que no pasa

y el muchacho espera invencible y modesto

la incluye en su destino. la estudia poro a poro

y así centineándola

se atreve o no se atreve.

Tampoco eso es el imperialismo.

Digamos por ejemplo

que un niño escucha el mundo y decidiéndose

le echa su bocanada de candor

aprende cómo son sus pies y se los come

discute con el techo y lo convence

llora para variar y porque sabe

que a su alarido comparece el seno

con su promesa láctea y esa piel

que le gusta sentir junto a los párpados

y sabe que es feliz aunque no sepa

qué precio va a pagar o qué desprecio.

Tampoco eso es el imperialismo.

Digamos por ejemplo

que un viejo está aprendiendo el alfabeto

y clava en su memoria los diptongos

y las esdrújulas que son tan cómodas

porque llevan acento indiscutible

tiene rostro de cuáquero este viejo

pero el alma la tiene de resorte

y escribe llubia porque en su campito

nunca vio que lloviera con ve corta.

Tampoco eso es el imperialismo.

Digamos por ejemplo

que una máquina late en el delirio

dice ruidosamente su producto

y las manos lo ayudan lo enderezan

lo limpian lo acicalan y lo envasan

manos que se conocen hace años

y hace años se mojan y se secan

se dan la bienvenida y los adioses

se preguntan se llaman se responden

se apoyan en la máquina materna

que dice su producto y carraspea

y cuando las ve juntas veteranas

suelta dos o tres lágrimas de aceite.

Tampoco eso es el imperialismo.

Digamos por ejemplo

que en la serena noche conyugal la pareja

hizo un hijo porque le dio la gana

y le ha dado la gana porque sabe

que un hijo es el profeta cotidiano

irá anunciándolos de sol a sol

irá diciendo a todos que es un hijo

y se alimentará con insolente

apetito y probará la patria

como si fuera pan caliente y nuevo.

Tampoco eso es el imperialismo.

Digamos por ejemplo

que la frontera pierde sus aduanas

y hasta nos invadimos los unos a los otros

nos prestamos volcanes y arroyitos

y cobre y antropólogos y azúcar

y lana y proteínas y arcoíris

y alfabetizadores y durmientes

y poetas y prosistas y petróleo

y el contrabando queda para el viento

y para los amantes migratorios.

Tampoco eso es el imperialismo.

Digamos por ejemplo

que la lluvia y el sol nos pertenecen

también el sobrecielo y el subsuelo

las provincias de nuestro corazón

y el territorio de nuestro trabajo.

Somos iguales ante los iguales

en un mundo de pares y sin otros

una linda locura de los cuerdos

y cierta estratagema de justicia

vamos poniendo tildes a presagios

que se cumplieron o se están cumpliendo

en un comienzo fuimos sólo islas

ahora somos urgentes archipiélagos.

Tampoco eso es el imperialismo.

Y digamos por último

que tenemos la noche y nuestra casa

y un reloj que no cuenta hacia la muerte

la ciencia avanza tanto que ha logrado

aislar el virus de la xenofobia

y la patria es ahora un salado bautismo

que va de mar a mar

y los abismos siguen existiendo

aunque nadie se arroje a su silencio.

Siempre es duro vivir pero se vive

dentro de las esclusas de la vida.

Y una vez más afirmo

nada de esto es el imperialismo.

Confío no haber sido demasiado sectario

en el enfoque teórico del tema.

Señoras y señores

acaba de avisarme un compañero

que afuera nos esperan los señores gendarmes

tal vez para brindarnos alguna clase práctica.

Deseémonos coraje

y buena suerte.

He dicho.

Muchas gracias.

Mario Benedetti

10 meneos
66 clics

Poema - "La última costa"

Los días pasan

como pasan siempre los días,

sin grandes sobresaltos,

con esa rara mezcla de lentitud y vértigo.

Hasta ese en que ves aparecer al otro lado

—allí, entre la niebla, aún lejos—

una proa apuntando hacia tu orilla.

Y es justo entonces

cuando —absuelto

de todos tus errores, perdonado,

en calma al fin, sereno, en paz—

empiezas a reconciliarte con la vida.

Pero la proa no deja de avanzar.

Karmelo C. Iribarren, “El escenario”

8 meneos
111 clics
Poema - "Teoría de conjuntos"

Poema - "Teoría de conjuntos"

Cada cuerpo tiene

su armonía y

su desarmonía.

En algunos casos,

la suma de armonías

puede ser casi

empalagosa.

En otros,

el conjunto

de desarmonías,

produce algo mejor

que la belleza.

Mario Benedetti



11 meneos
107 clics
Poema - "Nota sobre la construcción de las masas"

Poema - "Nota sobre la construcción de las masas"

Alguna gente es joven y nada más,

alguna gente es vieja y nada más.

Y alguna gente está en el medio,

sólo en el medio.

Y si las moscas usaran ropa

y todos los edificios ardieran en

fuego dorado,

si el cielo se sacudiera como

en la danza del vientre

y todas las bombas atómicas empezaran a

gritar,

alguna gente sería joven y nada más

y alguna gente sería vieja y nada más,

y el resto sería lo mismo,

el resto sería lo mismo.

Los pocos diferentes

son eliminados bastante rápido,

por la policía, por sus madres,

sus hermanos,

y otros,

por sí mismos.

Lo que queda es lo que ves,

es duro.

Charles Bukowski

12 meneos
71 clics
Poema - Muere lentamente

Poema - Muere lentamente

Muere lentamente quien no viaja,

quien no lee,

quien no oye música,

quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente

quien destruye su amor propio,

quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito

repitiendo todos los días los mismos trayectos,

quien no cambia de marca,

no se atreve a cambiar el color de su vestimenta

o bien no conversa con quien no conoce.

Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,

justamente estas que regresan el brillo

a los ojos y restauran los corazones destrozados.

Muere lentamente quien no gira el volante cuando esta infeliz

con su trabajo, o su amor,

quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño

quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida,

huir de los consejos sensatos…

¡Vive hoy!

¡Arriesga hoy!

¡Hazlo hoy!

¡No te dejes morir lentamente!

¡No te impidas ser feliz!

Martha Medeiros

Biografía

11 meneos
66 clics

Poema - "El amigo"

Llora cuanto quieras

sobre mi hombro,

desahógate,

cuenta conmigo

para lo que te haga falta.

Pero no te equivoques,

no soy mejor que él:

le envidio

cada una

de tus lágrimas.

Karmelo C. Iribarren

12 meneos
82 clics

Poema - "En el parque, leyendo"

¿Tienes un cigarro?

Levanto la mirada:

Unos 45 años,

en la cuneta.

Le digo que sí

y le alargo un Camel.

Gracias – dice–,

a las diez cierran la verja.

Ahora se las doy yo a él.

Le veo irse,

cabizbajo,

hacia los árboles.

Hace un alto

en una papelera.

Decido cenar algo

yo también.

Karmelo C. Iribarren

9 meneos
95 clics

La vida es sueño (Calderón de la Barca)

¡Ay mísero de mí, ¡ay infelice!

Apurar, cielos, pretendo,

ya que me tratáis así,

qué delito cometí

contra vosotros naciendo.

Aunque si nací, ya entiendo

qué delito he cometido;

bastante causa ha tenido

vuestra justicia y rigor,

pues el delito mayor

del hombre es haber nacido.

Sólo quisiera saber

para apurar mis desvelos

(dejando a una parte, cielos,

el delito del nacer),

¿qué más os pude ofender,

para castigarme más?

¿No nacieron los demás?

Pues si los demás nacieron,

¿qué privilegios tuvieron

que no yo gocé jamás?

Nace el ave, y con las galas

que le dan belleza suma,

apenas es flor de pluma,

o ramillete con alas,

cuando las etéreas salas

corta con velocidad,

negándose a la piedad

del nido que deja en calma;

¿y teniendo yo más alma,

tengo menos libertad?

*****

Sueña el rey que es rey, y vive

con este engaño mandando,

disponiendo y gobernando;

y este aplauso, que recibe

prestado, en el viento escribe,

y en cenizas le convierte

la muerte, ¡desdicha fuerte!

¿Que hay quien intente reinar,

viendo que ha de despertar

en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,

que más cuidados le ofrece;

sueña el pobre que padece

su miseria y su pobreza;

sueña el que a medrar empieza,

sueña el que afana y pretende,

sueña el que agravia y ofende,

y en el mundo, en conclusión,

todos sueñan lo que son,

aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí

destas prisiones cargado,

y soñé que en otro estado

más lisonjero me vi.

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño:

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son

13 meneos
92 clics

Poema - "Nunca es tarde"

Nunca es tarde para empezar de cero,

para quemar los barcos,

para que alguien te diga:

-Yo sólo puedo estar contigo o contra mí.

Nunca es tarde para cortar la cuerda,

para volver a echar las campanas al vuelo,

para beber de ese agua que no ibas a beber.

Nunca es tarde para romper con todo,

para dejar de ser un hombre que no pueda

permitirse un pasado.

Y además,

es tan fácil:

llega María, acaba el invierno, sale el sol,

la nieve llora lágrimas de gigante vencido,

y de pronto la puerta no es un error del muro,

y la calma no es cal viva en el alma,

y mis llaves no cierran y abren una prisión.

Es así, tan sencillo de explicar:

-Ya no es tarde,

y si antes escribía para poder vivir,

ahora,

quiero vivir para contarlo.

Benjamín Prado

17 meneos
116 clics

Poema - "La vida tiene que ser otra cosa"

Esto no puede ser la vida,

este montón de días tristes, grises,

que sumados forman semanas, luego meses,

después años, no puede ser la vida.

La vida tiene que ser, por fuerza, otra cosa,

estar en otra parte, más allá

de esa lluvia que no deja de caer ahí fuera,

que no deja de caer aquí dentro…

Y así una tarde y otra y otra, frente a un café

sobre la mesa que muchas veces hasta se te enfría,

cavilas y elucubras y sigues cavilando…

Como si a la vida le importase.

Karmelo C. Iribarren

 

9 meneos
114 clics

Poema - "El remordimiento"

He cometido el peor de los pecados

que un hombre puede cometer.

No he sido feliz.

Que los glaciares del olvido

me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego

arriesgado y hermoso de la vida,

para la tierra, el agua, el aire, el fuego.

Los defraudé.

No fui feliz.

Cumplida no fue su joven voluntad.

Mi mente se aplicó a las simétricas porfías

del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor.

No fui valiente.

No me abandona. Siempre está a mi lado

la sombra de haber sido un desdichado.

Jorge Luis Borges

12 meneos
82 clics

A una Rosa, Gongora

Ayer naciste, y morirás mañana.

Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?

¿Para vivir tan poco estás lucida?

Y, ¿para no ser nada estás lozana?

Si te engañó su hermosura vana,

bien presto la verás desvanecida,

porque en tu hermosura está escondida

la ocasión de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano,

ley de la agricultura permitida,

grosero aliento acabará tu suerte.

No salgas, que te aguarda algún tirano;

dilata tu nacer para la vida,

que anticipas tu ser para tu muerte.

Ya besando unas manos cristalinas,

ya anudándose a un blanco y liso cuello,

ya esparciendo por él aquel cabello

que Amor sacó entre el oro de sus minas,

ya quebrando en aquellas perlas finas

palabras dulces mil sin merecello,

ya cogiendo de cada labio bello

purpúreas rosas sin temor de espinas,

estaba, oh, claro sol invidïoso,

cuando tu luz, hiriéndome los ojos,

mató mi gloria y acabó mi suerte.

Si el cielo ya no es menos poderoso,

porque no den los suyos más enojos,

rayos, como a tu hijo, te den muerte.

10 A un olmo seco, de Antonio Machado

Al olmo viejo, hendido por el rayo

y en su mitad podrido,

con las lluvias de abril y el sol de mayo

algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina

que lame el Duero! Un musgo amarillento

le mancha la corteza blanquecina

al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores

que guardan el camino y la ribera,

habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera

va trepando por él, y en sus entrañas

urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,

con su hacha el leñador, y el carpintero

te convierta en melena de campana,

lanza de carro o yugo de carreta;

antes que rojo en el hogar, mañana,

ardas de alguna mísera caseta,

al borde de un camino;

antes que te descuaje un torbellino

y tronche el soplo de las sierras blancas;

antes que el río hasta la mar te empuje

por valles y barrancas,

olmo, quiero anotar en mi cartera

la gracia de tu rama verdecida.

Mi corazón espera

también, hacia la luz y hacia la vida,

otro milagro de la primavera.

17 meneos
88 clics

Poema - El futuro

El futuro es vuestro,

chavales,

decían, 

como quien te dice 

que te ha tocado algo.

¡El futuro!

Menudo fraude:

letras y letras,

y más letras de Banco,

o la puta calle.

Karmelo C. Iribarren

17 meneos
170 clics
Poema - Viceversa

Poema - Viceversa

Tengo miedo de verte,

necesidad de verte,

esperanza de verte,

desazones de verte.

Tengo ganas de hallarte,

preocupación de hallarte,

certidumbre de hallarte,

pobres dudas de hallarte.

Tengo urgencia de oírte,

alegría de oírte,

buena suerte de oírte

y temores de oírte.

O sea,

resumiendo,

estoy jodido y radiante,

quizá más lo primero que lo segundo

y también viceversa.

Mario Benedetti

Poema recitado por el autor

12 meneos
106 clics
Poema de Jorge Luis Borges

Poema de Jorge Luis Borges

No quedará en la noche una estrella.

No quedará la noche.

Moriré y conmigo la suma

del intolerable universo.

Borraré las pirámides, las medallas,

los continentes y las caras.

Borraré la acumulación del pasado.

Haré polvo la historia, polvo el polvo.

Estoy mirando el último poniente.

Oigo el último pájaro.

Lego la nada a nadie.

Jorge Luis Borges, El suicida (1975)



12 meneos
83 clics

Poema - Su ausencia

De aquí a un tiempo,

puede que llegue a ser

como vivir en una ciudad que no te gusta,

sabiendo que nunca podrás abandonarla;

pero eso,

en los mejores días.

Karmelo C. Iribarren

17 meneos
171 clics

La soledad es eso

La calle,

tras la última sesión;

veinte llamadas

perdidas,

sin respuesta;

otras tantas cervezas;

en el frío gélido del amanecer,

un tipo

atravesando un parking

hacia su coche…

La soledad es eso,

ahora lo sé:

lo que hay

antes y después de tu nombre.

Karmelo C. Iribarren

 

17 meneos
113 clics

Tengo miedo - Pablo Neruda

Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza

del cielo se abre como una boca de muerto.

Tiene mi corazón un llanto de princesa

olvidada en el fondo de un palacio desierto.

Tengo miedo -Y me siento tan cansado y pequeño

que reflojo la tarde sin meditar en ella.

(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño

así como en el cielo no ha cabido una estrella.)

Sin embargo en mis ojos una pregunta existe

y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.

¡No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste

abandonada en medio de la tierra infinita!

Se muere el universo de una calma agonía

sin la fiesta del Sol o el crepúsculo verde.

Agoniza Saturno como una pena mía,

la Tierra es una fruta negra que el cielo muerde.

Y por la vastedad del vacío van ciegas

las nubes de la tarde, como barcas perdidas

que escondieran estrellas rotas en sus bodegas.

Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.

18 meneos
338 clics

Poema de Karmelo C. Iribarren

Domingo tarde

Qué hago

mirando la lluvia

si no llueve.

Karmelo C. Iribarren

16 meneos
403 clics

Poema - Currículum

Currículum

 El cuento es muy sencillo,

usted nace,

contempla atribulado

el rojo azul del cielo,

el pájaro que emigra,

el torpe escarabajo

que su zapato aplastará

valiente.

 

Usted sufre,

reclama por comida

y por costumbre,

por obligación,

llora limpio de culpas,

extenuado,

hasta que el sueño lo descalifica.

 

Usted ama,

se transfigura y ama

por una eternidad tan provisoria

que hasta el orgullo se le vuelve tierno

y el corazón profético,

se convierte en escombros.

 

Usted aprende

y usa lo aprendido,

para volverse lentamente sabio,

para saber que al fin el mundo es esto,

en su mejor momento una nostalgia,

en su peor momento un desamparo,

y siempre, siempre

un lío,

entonces,

usted muere.

Mario Benedetti

menéame