Científicos liderados por Kohji Mitsubayashi, de la Universidad Médica y Dental de Tokio, han demostrado empíricamente que la geometría de un vaso para servir vino influye en su sabor final. Tal como cuentan en un artículo publicado en la revista Analyst, desarrollaron una cámara «oledora» (del inglés Sniffer-camera) capaz de visualizar la distribución de la concentración del etanol que se evapora de un cáliz.
www.scientificamerican.com/article/wine-snobs-are-right-glass-shape-do Fuente en ingles