Es posible que ciertos textos únicamente puedan escribirse desde la experiencia. Por ejemplo, uno que trate de meditación y psicoanálisis. Hasta cierto punto tanto de meditación como de psicoanálisis es posible “hablar sin saber”, hablar desde la teoría, desde los libros que se leen y las palabras que se escuchan, desde las experiencias de otros (o, mejor, desde los relatos de esas experiencias), pero sólo hasta cierto punto. Llega un momento en que tanto la meditación como el psicoanálisis exigen la praxis para poder hablar sobre ellos ...