El "pasatiempo" favorito del conde era el empalamiento, una técnica de tortura y ejecución que consiste en introducir un palo sin punta, (ya esto aseguraba un mayor sufrimiento en la víctima), por el ano o la vagina hasta la boca o el hombro, fijarlo a la carne con un clavo y después levantarlo para que la víctima muera allí lentamente, entre dolores atroces. Al menos cien mil personas, murieron de esta manera a manos de los hombres del Empalador. Su condena, 12 años de prisión, muchos de los cuales no llego ni a estar entre rejas.