Juno tiene por objetivo descubrir cómo es el interior de Júpiter, esta sonda de 1.100 millones de dólares fue lanzada en 2011 y llegó al gigante joviano en julio de 2016. Por culpa de un problema con su sistema de propulsión no ha podido colocarse en la órbita científica prevista, con un periodo de 14 días, y ha quedado varada en la órbita provisional de 54 días.

10 curiosas imágenes desde distintos puntos de vista que nos dejó la tormenta de nieve Juno en enero de 2015. La tan anunciada tormenta que debía suponer un record histórico, y que por suerte, al final quedó en una simple ola de frío.

El Arco de Constantino de Roma fue alcanzado por un rayo durante una fuerte tormenta, provocando la caída de algunos fragmentos. "Todos los fragmentos fueron recuperados y puestos a salvo" dijo un portavoz del parque arqueológico del Coliseo. "Las evaluaciones de los daños ya han comenzado y los análisis continúan esta mañana con un sitio de obras ya operativo". De 25 m de altura y construido en el año 315 para celebrar la victoria del emperador Constantino en la batalla del Puente Milvio, ya estaba siendo objeto de trabajos de mantenimiento.

Cuando una eyección de masa coronal del Sol engulle a otra, esto afecta a la aceleración de partículas energéticas en nuestra estrella. Ahora, investigadores de KU Leuven (Bélgica) han simulado este proceso, que está relacionado con algunas de las tormentas solares más potentes conocidas.

La ciencia no supo explicar qué pasó hasta la segunda mitad del siglo XX, pero lo ocurrido fue tan aterrador que inspiró a Mary Shelley en la creación de su Frankenstein

La tormenta solar generó una actividad magnética sin precedentes desde 1989. El fenómeno se debió a una oleada de partículas y plasma del Sol, que perturbó la burbuja magnética protectora de la Tierra

Un cohete con un cable conductor es lanzado en mitad de una tormenta electica para 'obligar' al rayo a caer y permitir a los investigadores grabarlo para poder estudiarlo.

Las auroras polares que se vieron en diferentes partes del mundo durante este fin de semana -incluso en el sur de la Argentina- fueron producto de una tormenta solar “extrema”, según la NASA, y no tienen ningún tipo de relación con el proyecto HAARP, el programa de investigación científica de la Universidad de Alaska Fairbanks (Estados Unidos). La energía generada en HAARP es mucho más débil que estos procesos naturales y es incapaz de producir el tipo de visualización óptica que se observa durante una aurora.