El escenario era la Escuela Nacional de Policía de Ávila, lugar que conocía bien Craviotto, quien, además de atleta y de ganador de otra edición pasada de MasterChef Celebrity, también es policía de profesión. “Chico limpio, educado, de esos que presentarías a tu madre y a la vez quieres que te empotre. Es una cosa maravillosa. Está casado, yo también; no pasa nada, se puede decir. El hambre se coge en la calle, luego tú comes en casa”, esgrimía Llasera, que no ponía filtros entre su pensamiento y sus labios.