Toda gran ciudad tiene sus secretos; rincones sórdidos, lugares donde se almacena aquello que no debe ser visto, vertederos donde deshacerse de la basura. La ciudad más atractiva, quizá, del planeta no es una excepción, y menos residiendo como lo hace en un país que se enorgullece de encerrar (a veces, de ejecutar) a sus criminales con la más dura de las manos y la menor de las compasiones. Por eso Nueva York tiene cerca, pero no visible desde Manhattan, la mayor colonia penal del planeta. Allá en el East River hacia el Bronx hay una gran isla