Tras las recientes elecciones al Parlamento Europeo, hemos asistido en toda Europa a un auge de partidos que en circunstancias normales serían considerados como marginales, pero que, sin embargo, debido a las circunstancias de crisis, no ya sólo económicas, sino también políticas y sociales, han logrado abrirse un hueco en el panorama político de cada país. En general, podemos afirmar que han ganado peso partidos de extrema izquierda en los países del sur de Europa y de extrema derecha en el norte europeo.