En los últimos años ha habido un número creciente de patógenos de alta amenaza que han emergido y reemergido, por ejemplo, el SARS-CoV, el MERS-CoV, el Lassa, el Marburg, el Ébola, el Nipah, la gripe aviar, y el último es el SARS-CoV-2. Hay una clara necesidad de una vigilancia sólida y de acciones tempranas para una rápida detección y esfuerzos de mitigación, así como de procesos sistemáticos para estudiar la aparición de estos patógenos y las rutas de transmisión desde sus reservorios naturales a los humanos.