Mont-Saint-Michel, en el "país" de Avranchin, es una isla de marea al este de la desembocadura del Couesnon, que desemboca en el Canal de la Mancha. La abadía es una parte esencial de la composición estructural de la ciudad construida por la sociedad feudal. Encima, Dios, la abadía y el monasterio; debajo de este, los Grandes salones, luego tiendas y viviendas, y en la parte inferior (fuera de los muros), viviendas de pescadores y agricultores.

Mont-Saint-Michel es una pequeña isla granítica ubicada en Normandía, conocida por albergar un gran complejo de abadías. Se encuentra a aproximadamente un kilómetro de la costa, muy próximo a la ciudad de Avranches. Su silueta es “icónica” , conocida y difundida por todo el mundo. Pero la historia del Monte siempre ha sido enigmática. El director, Marc Jampolsky, se propuso desentrañar algunos misterios filmando el trabajo de los arqueólogos. El documental recibió el premio del público en el Festival de Cine Arqueológico de Burdeos de 2018.

Las arenas movedizas pueden aparecer en cualquier lugar del mundo en que haya arena fina y agua. En el vídeo, en la bahía del Mont Saint Michel en bajamar, nos explica una monitora, de manera práctica, cómo salir de ellas.

Siendo la segunda atracción turística más visitada de Francia y uno de los lugares más enigmáticos del planeta, alucinar con sus mareas, recorrerlo a solas y quedarse a dormir dentro del Monte Saint Michel es una experiencia realmente inolvidable. Prepárate a fondo la visita con esta selección de libros, cómics, pelis y videojuegos y las numerosas fotos y vídeos propios que contiene este reportaje.

Uno de los lugares más turísticos de Francia, conocido porque las subidas de marea sumergen su conexión con tierra cada cierto tiempo, fue hace siglos una isla. Ahora se trabaja para que vuelva a serlo.

Cientos de personas, asomadas en el Mont-Saint-Michel o en el trozo de la antigua calzada que una vez conectó con el suelo, asistieron la noche del miércoles a una gran ola que rodeaba por completo la roca, una primicia desde 1879 que conlleva una vuelta a la insularidad. Todos eran conscientes del simbolismo del 24 de julio de 2013 mirando el agua de la marea (de coeficiente 108) cubriendo lentamente el desvío temporal que conduce al Monte. Durante veinte minutos el acceso estuvo prohibido en absoluto.

Situado sobre un promontorio rocoso en una isla del estuario del río Couesnon, y unida al continente por una carretera, se levanta una pequeña ciudadela medieval que conserva el mismo aspecto que hace siglos, sobre la cual se alza una impresionante abadía donde conviven el románico y el gótico en perfecta armonía, y la cual debe su nombre al culto del arcángel Saint Michel (San Miguel). Declarado monumento histórico en 1862, el Monte Saint-Michel figura desde 1979 en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

El Mont-Saint Michel recupera sus orígenes gracias a una compleja obra de ingeniería

En este promontorio rocoso de la bahía de Mont Saint-Michel, también llamado la maravilla de occidente, las mareas ofrecen un espectáculo incomparable. Con la marea alta se rodea de agua y queda aislada del continente y con la baja marea, se bordea de arena.

Una mujer de 95 años y una niña de diez saltaron el sábado en paracaídas sobre el Monte Saint Michel, al noroeste de Francia, para recabar fondos destinados a los niños de Cachemira, la región dividida entre Pakistán e India y víctima de un grave terremoto en 2005. "Era maravilloso. Estoy dispuesta a volver a empezar. No he tenido palpitaciones ni molestias en el estómago", declaró Blanche Olive el sábado, día de San Miguel, patrón de los paracaidistas. La edad de Blanche Olive convierte su salto de 4.000 metros en un nuevo récord en Francia.