(Historia real). Hija de uno de los grandes propagandistas del nazismo, Monika terminó en Bolivia cuando el Tercer Reich se derrumbó. Criada en un circulo racista, todo cambió en el final de los 70 y en un giro copernicano terminó militando en las filas del Ejército de Liberación Nacional, el grupo guerrillero creado por el mismísimo Che. En 1971, cruza el Atlántico, y en Hamburgo ejecuta personalmente al cónsul boliviano en esa ciudad. ¿Quién era? Nada menos que el coronel Roberto Quintanilla, el responsable del ultraje final a Guevara.