Durante la manifestación por el Estatut, algunos grupos de radicales crearon problemas a la policía catalana. Un grupo de ellos quemó una bandera española al grito de "¡guerra, guerra, guerra!". Luego, cuando localizaron a un grupo de agentes vestidos de paisano, les agredieron, mientras miembros de la organización de la manifestación intentaban evitar que escalase la violencia.