Allá por los años ochenta y noventa (antes incluso en otros países que no eran el nuestro) se puso de moda adornar las maquetaciones publicitarias de los videojuegos del momento con mozas de muy buen ver, pelo blondo al viento, voluptuosos pechos bajo semitransparencias, pantalones o minifaldas de infarto y piernas que detenían la respiración. Famosos fueron los carteles del ‘Davis Cup World Tour‘ (Tengen, 1993), del ‘Contra‘ (Konami, 1987), del ‘Rollergames‘ (Konami, 1990) o del ‘Centipede‘ (Atari, 1981).