La Guardia Civil ha detenido a siete personas, miembros de una misma familia nicaragüense, por conformar una red de trata de seres humanos asentada en La Rioja y Huesca, que también operaba en Navarra. En su investigación, la Guardia Civil ha logrado identificar a un total de 50 mujeres víctimas del clan, engañadas en su país de origen con promesas de un trabajo digno y bien remunerado y que, a su llegada a España, eran despojadas de su pasaporte y dinero y obligadas a entregar el 85% de su salario como cuidadoras de personas y dependientes.