Los asaltantes del Museo Egipcio, en las revueltas contra Mubarak, saquearon la tienda de la institución tomándola por una sala de exposiciones verdadera. Les parecían más auténticas las réplicas de los objetos originales que los objetos originales, actitud rabiosamente posmoderna, o fieramente contemporánea, como ustedes prefieran. Si el Museo del Prado tuviera dos versiones, la más visitada, no...