La escritora lanza en 'La Conversación' sus trallazos verbales contra los 'agentes opresores' del ciudadano contemporáneo, entre ellos las redes sociales, el Estado, las corporaciones financieras y el nacionalismo xenófobo. Pero el liberalismo no busca la abolición del Estado. El movimiento liberal, desde los ingleses del siglo XVII, quiere un cuerpo de policía, un ejército y unos tribunales para proteger ciertos privilegios de clase, empezando por la propiedad privada. El anarquismo sí predica una abolición completa porque ¿de qué libertad…