Los modelos de menos de cinco años se han encarecido un 15,5% mientras la crisis de los chips reduce la oferta y presiona al alza los precios. Y es que «no hay coches», se lamentan los fabricantes. «No hay coches», ratifican los concesionarios. «Y no hay vehículos de ocasión, al menos a precios razonables, y los que puedo comprar son viejos», se quejan los usuarios, a coro con el resto de los afectados.