Según la coordinadora provincial de Pacma en Asturias, Angélica Fernández, la Asociación de Criadores de Asturcones del Sueve, entidad encargada de la organización, ha permitido que estos caballos, que fueron declarados en peligro de extinción durante el siglo pasado, sean «capturados, acosados y sometidos a situaciones de estrés y violencia en el marco de la celebración».