Leonardo Garnier celebra que en Costa Rica se discuta de fertilización asistida, de laicismo y de derechos de los gais. "Lo que pasa es que quiero una educación sin sermones ni discursos, sin que alguien les diga qué es lo bueno o lo malo, con castigos o premios. Eso no es educación, es entrenamiento. Quiero muchachos con criterio propio, no quiero muchachos obedientes, quiero muchachos éticos. A los conservadores les da miedo que la gente piense por sí misma. Si la obediencia es una elección personal, como la religión, no tengo problema...".