La gente sabe qué hacer con sus sensaciones en la mayor parte de los casos. Se comporta como debe, quiere decir, como es más eficaz en función de lo que la situación demanda para su mejor solución. La gente controla cómo se oye decir ahora con bastante buen tino, cuando la gente joven se refiere de esa manera a quien domina la situación. Por eso, se fían de esos que en su control les aseguran la eficacia de los resultados. Es lógico, por otra parte, que los humanos se preocupen de controlar, porque en sí mismos son un descontrol.