Según un estudio del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), el 53,6% de los restaurantes culpa a los controles de alcoholemia de que el consumo de vino no crezca, aunque eso no explica el trasvase del vino a la cerveza, que es más barata y que también pita en los controles, o la reducción en cafés e infusiones, que no pitan. El punto crítico del precio del vino en un restaurante está en torno a los 20 euros, que es lo que el consumidor está dispuesto a pagar por una botella, eso si no se da cuenta de que en una tienda es de 6€...