Una osa blanca se vio obligada a nadar nueve días, superando una distancia de 687 kilómetros en el mar de Beaufort, en el océano Ártico, para encontrar tierra o hielo, una área que se redujo en forma importante por el cambio del clima, revela un artículo que se prepara para la próxima edición de la revista Polar Biology. "Desde finales de agosto de 2008, cuando fue colgado en la osa un collar de localización vía satélite, hasta finales de octubre del mismo año, la hembra nadó sin parar 687 kilómetros en nueve días en el mar de Beaufort....