Su arcaica apariencia cumple con todos los tópicos. El protagonista, es decir, el jugador que descarga el programa en cuestión de Internet de forma gratuita, asume el papel de un 'héroe' rubio inequívocamente occidental, fornido, ataviado con una moderna camiseta que le marca los pectorales y con una cinta roja a lo Rambo en la frente. Sus enemigos a abatir son oscuros de piel, barbudos, gorditos y lucen capucha cuando no cinturón de explosivos: para muchos, el prototipo del combatiente islamista.