A este Madrid, al de Pablo Laso, se le ponía en cuarentena, porque las notas siempre llegan en junio, o en mayo, y porque esos vaivenes le hacían sensible a ojos de muchos en los llamados duelos grandes, en partidos trabados sin ‘jogo’ bonito. Pero con ese estilo particular aspiraba a devolver al club blanco a la élite del baloncesto, y en esas anda, de vuelta. Disputará en Londres su segunda Final Four en 17 años, la quinta de su historia desde que se instaurase el sistema de